22 Apr
22Apr

Hay un método que funciona de maravilla cuando uno se siente desanimado. Puede uno entonces sentarse en calma y concentrarse en su propio amor. Dejar de esperar que nadie a su alrededor se percate de que está o no cerca. Cuando la moneda de cambio de estos tiempos que corren parece ser la atención que a uno le prestan y presta, no encuentro nada más revolucionario que dejar de pretender que a uno le hagan caso y enchufarse a la propia fuente de cuidado y compañía que todos tenemos.

Se puede hasta viajar en el tiempo para volver a visitarse cuando uno era un bebé de 1 mes o menos. E identificarse con aquel pequeño ser de entonces. Y ponerse a quererlo/se con todas las fuerzas y buenas referencias de que se dispongan. Y luego seguir hacia delante y hacer un "traveling" existencial hasta llegar al momento presente. A lo mejor se necesitan unos buenos 45 minutos para lograrlo pero el esfuerzo habrá valido inmensamente la pena.

Es posible que en este viaje compruebe uno que los conflictos y otras relaciones con los demás pasan a un segundo plano y que las cosas que han sucedido no son tan importantes. Y, paradójicamente, uno bien centrado en su propio amor, también puede que intuya que hay Alguien más ahí, en ese espacio armonioso y ligero a buen recaudo de los males del Mundo...


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