19 May
19May

A veces las cosas tienen una pinta atroz. Y uno se sobrecoge y se pone a temer lo peor. 

Pero si ha experimentado, más de una vez, que lo que tenía pinta de ir a machacarle, a veces, va, y resulta ser lo mejor que le podía haber pasado, es más fácil soltar la preocupación y decantase por no prejuzgar los resultados de antemano. Especialmente, cuando uno no tiene más poder sobre una situación que la actitud que adopta. Y esta elección, que no suele parecer demasiado sustanciosa, resulta que tiene un poder inmenso, es lo que decide cómo vivimos. 

Por eso es tan importante ocuparse de las intenciones, disposiciones y actitudes de uno: son lo que hacen toda la diferencia.

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