En estas fechas, con tanto encuentro con amigos y familiares, tiene uno la oportunidad de chequearse bien por dentro y ver si sigue sintiéndose tan importante y único o si, por lo contrario, le está cogiendo el truco a eso de sentirse uno más.
A mí, este año el Universo me ha dado un buen repaso . Me ha puesto en mi sitio. Y lejos de ser uno de pérdida y nostalgia me ha restaurado a otro mucho más armónico, esperanzado y benévolo.
Estoy con Hobbes, (de Calvin y Hobbes), los mejores regalos no vienen empaquetados.