El primer día de este nuevo año ha sido precioso comprobar que llevo ya unos cuantos no teniendo que establecer nuevos propósitos para los meses siguientes.
Y la verdad es que da una tranquilidad tremenda.
Y es que si uno va, poco a poco, estableciendo unos hábitos saludables y se va queriendo, parece que va pudiendo eligir lo que mejor le sienta y más amablemente le construye.
También es cierto que no hay porqué esperar al 31 de Diciembre para decidirse a ser un mejor aliado de sí mismo. Según cada cuál va detectando sus flaquezas y se va hartando de ellas ya va encontrando acceso a hacer pactos secretos con sus adentros destinados a renunciar a sus posibles errores y a sustituirlos por conductas más compasivas.